En esta entrada voy a hablar un poco de un tema mencionado en clase, de las cartas al director. Las cartas al director son escritos que los lectores envían a un periódico o a una revista para dar a conocer algún hecho o para expresar su opinión sobre alguna noticia, tema de actualidad o artículo publicado. A diferencia de las otras secciones dentro de un periódico, las cartas al director reflejan el sentir de la gente, su opinión sobre temas de actualidad que han sido previamente publicados en el medio al que se escribe y que preocupan a los lectores.
EJEMPLOS:
Igualdad para todos.
La abogada del Estado que defiende a Cristina de Borbón ha dicho algo que nadie ignoraba, que el lema “Hacienda somos todos” es solo publicidad. Lo sabíamos porque los tribunales y la propia Hacienda se han encargado de hacérnoslo saber. Le ha faltado decir a la abogada que la norma constitucional que proclama la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley es también publicidad. Los ciudadanos sabemos, además, que los poderes públicos no son independientes, que la arbitrariedad es una constante, tanto en las decisiones administrativas como judiciales, que el dinero manda y que la corrupción es el pan nuestro de cada día. Lo sabemos y agradecemos a la abogada su franqueza, pero preferiríamos, no solo que no fuera así, sino que no utilizara tal argumento en los tribunales en contra de su propio cliente, que es el pueblo español. Hacienda, si no lo somos, sí deberíamos serlo todos, y la ley, también, debería ser igual para todos.— Paloma Nicolás Muñiz.
Como podemos ver este es un ejemplo de una carta al director, escrito por una ciudadana que le preocupa algo y decide opinar sobre ello.
Ahora yo, voy a hacer una carta al director sobre algo que me preocupa mucho respecto a mi colegio, LOS PASES DE PASILLO.
Hace varios años, los profesores del colegio llamado Compañía de María han estado en desacuerdo con la permisión de la salida a los pasillos y a distintas clases durante los cambios de clase, sin embargo, nunca se han propuesto hacer algo para acabar con esto hasta hoy. Yo, y la mayoría del alumnado, piensa que no sirve para nada y que no debe ser así, ya que estamos en una misma clase durante seis horas sin poder comunicarnos, por ejemplo con mis compañeras de otra clase hasta la media hora del recreo.
Por otra parte, si en algún caso de emergencia tuviéramos que asistir al baño, tendríamos que estar esperando a recibir nuestro pase de pasillo para poder acudir a este y esto sería un gran inconveniente para el enfermo.
Si esto cambiase, el alumnado se comprometería a no realizar actos indebidos durante los cambios de clase y podríamos tener un sereno y ameno cambio de clase, pudiendo intercambiar palabras con otros compañeros.